Finalizó la edición 2019 del Rally Dakar y la danza de nombres ya comenzó. Perú, Chile, Paraguay y Argentina son los principales candidatos a albergar la prueba el año que viene. Sin embargo, la austeridad de parte de sus gobiernos y las idas y vueltas de las últimas negociaciones pusieron al continente africano, anfitrión original de la Odisea, en el centro de la escena. ¿Qué decidirán ASO y Etienne Lavigne?
No pasó ni una semana del final del Dakar 2019 y en la cabeza de los fanáticos dakarianos ya empiezan a dar vueltas las primeras informaciones acerca de cuáles (o cuál) serán los nuevos anfitriones del Dakar 2020.
Tras el paso por Perú, la organización del Rally Dakar, con Etienne Lavigne a la cabeza, parece haber quedado muy conforme con el desarrollo de la carrera desde lo deportivo en tierras incas. Si bien es cierto que la intención no es que sólo un país sea sede, Perú, con sus dunas, desiertos, ríos secos y caminos de tierra, cumplió con las expectativas y logró ser un comodín de muy buena fe para la Odisea.
Por otro lado, algunos pilotos expresaron su deseo de volver a sentir el Dakar como una aventura al estilo africano. Si bien la tuvieron, con las etapas 100% dunas en el desierto, es verdad que la lejanía de la civilización o las dificultades en los campamentos africanos son sensaciones que no se pueden vivir en un Dakar Sudamericano. Pero no parece ser esa razón suficiente para que ASO decida la mudanza.
Lo que sí pesó a lo largo de 2018 fueron las constantes idas y venidas de los gobiernos de Sudamérica. Ese “tira y afloje” hizo que las negociaciones se dilaten y, finalmente, la organización deba recurrir a Perú como único país. Argentina fue tal vez el hueso más difícil de roer, con la campaña de austeridad impuesta por su gobierno, que no estuvo dispuesto a aceptar las condiciones que ASO ponía. Chile parecía que iba a entrar en escena, pero con el cambio de gobierno prefirió esperar un año y que se acomoden las cosas.
Esa espera puede venirle muy bien a Chile. Los trasandinos estuvieron presentes a través de observadores en el podio de Lima y parece que tendrán la oportunidad de encabezar el comienzo del Rally Dakar 2020.
Del lado de Argentina, el país que recibió por primera vez al Dakar en este lado del mundo, tiene el norte de su territorio como posible sede de algunas etapas, esto potenciado por la intención de Paraguay de volver a formar parte, al menos como destino final, del rally. Una llegada en Asunción habilitaría el paso por Argentina, cuyas provincias siempre estuvieron dispuestas a recibir el Dakar. Para 2020, es posible que cada gobierno provincial pague por el paso de la carrera, mientras que por Nación correrían los gastos de logística y aduanas.
El caso de Bolivia parece estar totalmente descarado. Las malas experiencias de años anteriores, sumados a la polémica con Salvatierra en 2019 terminaron por sepultar las aspiraciones de un país que le dijo que “NO” al Dakar mientras se desarrollaba la edición 2018.
Lo económico, factor clave:
De esta forma, lo único que permitiría una vuelta del Dakar al África es el factor económico:
- Parece difícil que Chile no acepte formar parte del Dakar 2020, pero probablemente lo haga a través de inversores privados.
- Perú quedó encantado con la carrera, no parece haber dudas de sus intenciones de contar con sus duros desierto para el año que viene.
- Sólo queda por ver si ASO puede convencer a la Argentina que, dicho sea de paso, podría cambiar de gobierno este año, lo que podría servir de excusa para una nueva negativa sin aparentes consecuencias internas, aunque también recurriría a inversores privados que paguen por la prueba.
- Paraguay, deberá redoblar esfuerzos para convencer a Lavigne y albergar algunas etapas y el podio final.
Mientras tanto, en África, la Eco Race continúa aprovechando la ausencia de Rally Dakar para organizar sus carreras y ya confirmó los avances para 2020. Podría ser otro impedimento de la vuelta del Dakar a esas tierras.
Por lo pronto, la organización sabe que el público dakariano más fiel lo encontrará en Sudamérica. Queda por ver si esa razón es también suficiente para no mudar la competencia más difícil del mundo.