En 1979 comienza de manera oficial el Rally Dakar con la primera edición entre París y la capital de Senegal. Junto con esta carrera, empieza también la historia de Cyril Neveu, la primera estrella de esta disciplina, que durante muchos años tuvo el privilegio de ser el piloto con más títulos de Dakar.
Los años 70 van llegando a su fin. El último año de la década ve el nacimiento de una carrera que llegaría para hacer historia. En realidad, para hacer muchas historias. De la mano de Thierry Sabine, cientos de entusiastas del mundo motor se lanzan a la gran Odisea en África.
Entre ellos, se encontraba el joven Cyril Neveu, un motociclista francés proveniente del enduro, que buscaba con ansias revivir la historia contada por el propio Sabine, que dio origen a la carrera: su experiencia en el Rally Abidjan-Niza de 1977, donde en pleno desierto del Teneré, en el Sahara de Níger, se perdió mientras estaba disputando el Rally a bordo de su Yamaha XT 500.
Esa experiencia de Sabine quería ser revivida -aunque sin el detalle de perderse en medio de la nada, claro está- por Neveu, que también alistó una Yamaha XT 500 y se dirigió a la largada en la Plaza del Trocadéro, Paris.
Y con esa ceremonia comienza la increíble campaña del joven endurero francés. Ese mismo Dakar, el de 1979, sería ya el de la consagración. Aún sin saberlo, realizó una carrera muy inteligente. Con el objetivo de terminar, se mostró con mucha cautela durante el largo recorrido hasta Senegal y rápidamente pasó a liderar. Estuvo cerca de quedar fuera, cuando llegó muy tarde al campamento de la séptima etapa entre Bamako y Nioro du Sahel. Aun así, llegó a tiempo a la salida de la siguiente especial, por lo que no fue descalificado. Con ese ritmo, lograría la consagración en la meta del Lago Rosa.
En 1980 Neveu despejaría todas las dudas al respecto de que su consagración fue casual. Nuevamente a bordo de una Yamaha XT 500, ahora preparada oficialmente por la marca nipona, logra su segundo título y comienza la década de la mejor manera. Serían varios años marcados por su rivalidad con su compatriota Hubert Auriol en la búsqueda de ganar la Odisea.
No serían las únicas victorias de Cyril. Ya sobre una Honda XR550, Neveu logra su tercer Dakar en 1982. Luego de tres años consecutivos sin triunfos, la cuarta consagración llegaría en 1986, y la última en 1987, totalizando cinco títulos de Dakar, todos en la categoría motos; dos con Yamaha y tres con Honda, los dos últimos con la NXR750V.
Su última participación se dio en el Dakar 1991, finalizando en el puesto 25. Paradójicamente, esa edición la ganó Stephane Peterhansel, que de alguna forma heredaría el talento de Neveu y se convertiría luego en el máximo ganador de Rally Dakar de la historia. En la edición 1997, Peterhansel logró su quinto título, y al año siguiente ya lo sucedería con su sexta victoria.
Es por eso que, de alguna manera, el camino de Cyril Neveu continúa vivo al día de hoy. Claro que es una época diferente, en un continente distinto y con tecnología superior. Pero la pasión del Dakar, la verdadera esencia y espíritu aventurero de Thierry Sabine, siguen siendo los mismos.
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Texto: Luciano Schiffer.
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