En esta edición de Dakar Vintage, repasamos la historia de la firma de coches más exitosa de la Odisea dakariana. Se trata de la marca japonesa Mitsubishi, que a lo largo de todo el capítulo africano del Dakar consiguió éxitos inigualables hasta el momento entre los autos. Vea las mejores fotos y videos de un vehículo excepcional.
Por Luciano Schiffer.
El Rally Dakar puede dividirse en épocas, donde algunos equipos o pilotos suelen dominar o ser protagonistas durante mucho tiempo. En el caso de la categoría autos, Mitsubishi estuvo presente ya desde principios de los 80, ocupando puestos de privilegio y, junto a grandes pilotos y copilotos, comenzó un camino de éxitos que la convirtieron en la marca con más títulos de Dakar.
Su historia comienza, como se dijo, en los primeros años de la década del 80. El Dakar africano exigía, año tras año, a los mejores y más preparados vehículos de competición. De a poco, iban quedando detrás los vehículos más artesanales y las grandes marcas empezaban a invertir fuerte en la maratónica carrera.
En el caso de la marca japonesa, la primera participación se da en 1983 donde se inscriben cuatro Mitsubishi Montero (en realidad, el modelo es conocido mundialmente como Mitsubishi Pajero, pero por cuestiones de marketing bastante obvias, en el público hispanohablante, se la rebautizó Montero).
La cuestión que la Montero parecía echa a medida del Dakar. En esa primera edición tuvo un debut aceptable, finalizando tres de las cuatro inscriptas, con Andrew Cowan en 11º puesto, Georges Debussy en 14º lugar y Bernard Maingret 30º. Anthony Fowkes abandonaría la carrera.
Así como llegó al Dakar, la firma de los diamantes comenzó a llamar la atención. En la siguiente edición, en 1984, logra el primer podio al quedar en tercer puesto Andrew Cowan a bordo de su Montero Nº 191. Para esta edición ya hubo 10 Montero inscriptas y Hubert Rigal también logró un buen resultado al quedar 7º.
El Dakar 1985 sería el de la primera consagración. Ya con 39 vehículos, el modelo de Mitsubishi comenzaría a ocupar una gran parte del parque motor de la caravana. Pero no es la cantidad lo que consagró a los japoneses, sino el hecho de haber ocupado el 1-2 en la clasificación general. Patrick Zaniroli se convirtió en el primer gran ganador de la marca y Andrew Cowan su escolta.
Luego llegarían unos años de sequía en cuanto a títulos, debido a la llegada de Porsche y Peugeot con sus modelos tipo Clase B huérfanos del WRC. Aun así, Mitsubishi siempre se subiría al top 3 de la general, excepto en la edición de 1990, donde el Peugeot 405 ocupó los primeros tres lugares.
Pero en 1992 habría revancha. Ya con la segunda generación del Montero, Hubert Auriol le daría a la marca asiática el segundo título de Dakar, que sería revalidado por Bruno Saby en 1993.
Luego de los tres títulos conseguidos por Citroen, en 1997 Kenjiro Shinozuka hace patria y es el primer japonés en ganar el Rally Dakar en autos. Al año siguiente Jean Pierre Fontenay por fin logra su primer título, también con la Montero.
Jean Louis Schlesser, con los títulos de 99 y 2000 dan un pequeño respiro al resto de las marcas… Pero en el nuevo milenio llegaría el máximo momento de gloria. Lo inició la alemana Jutta Kleinschmidt, primera y única mujer en ganar la Odisea, en 2001 y lo finalizó “Monsieur Dakar”, Stéphane Peterhansel en 2007.
En ese último sprint del Dakar en África, Mitsubishi logró 7 títulos de manera consecutiva, un record absoluto en autos (Hiroshi Masuoka, en dos ocasiones y Luc Alphand fueron los otros dos campeones. Peterhansel ganó tres títulos con la Montero). Así, Mitsubishi llegó a un total de 12 victorias de Dakar, con 15 subcampeonatos y 16 terceros puestos. Peugeot, bastante lejos, le sigue con 7 victorias.
El segundo capítulo de la Odisea en Sudamérica le fue esquiva a los japoneses. Sin siquiera lograr podios, parecería que la historia de esta marca poco tiene para decir en los años presentes.
Para el tercer capítulo, en Arabia Saudita, Mitsubishi siguió confiando en el modelo Eclipse Cross, pilotado por Cristina Gutierrez y preparado por Sodicars Racing, aunque quedó bastante lejos en la clasificación general.
El radical cambio de escenario y el ascenso de otros gigantes del mundo automotor relegaron a un equipo que supo dominar a gusto la prueba.
Aun así, la leyenda de Mitsubishi permanecerá por muchos años. Un solo modelo, con múltiples variantes y evoluciones, le do más logros que ningún otro constructor en la historia del Rally Dakar.
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Texto: Luciano Schiffer.
Fotos: Web oficial Mitsubishi.