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El equipo Puga, Padre e Hijo, no baja los brazos y continúa en el Dakar 2022

Juan Carlos Puga y su hijo, Juan José Puga, siguen afrontando etapa a etapa de este duro Rally Dakar 2022. Hoy fue una jornada más corta para los ecuatorianos, que después de una segunda semana que comenzó muy agotadora, podrán recargar la batería para afrontar las últimas tres etapas. “Faltan tres días y estamos cada vez más cansados y eso nos va jugando en la mente. Pero estamos contentos de estar aquí”.

Dakar, Father and Son se llama el proyecto que Juan Carlos Puga y Juan José Puga están afrontando en esta edición 2022 de la carrera más difícil del mundo. Porque se trata de ellos dos, de una familia que los apoya, y de un Dakar que no da tregua.

Aunque hoy sí hubo un poco de calma en la caravana dakariana, luego de una etapa un poco más corta que las anteriores, donde los pilotos llegaban de noche, con poco tiempo para regenerarse física y mentalmente.

Si bien fue corto, el día no fue fácil. Así lo explica Juan Carlos (padre): “Pensábamos que iba a ser un día corto. Lo mío no son las piedras ni el trial, pero bueno, ya estamos aquí en el campamento. Vamos a ducharnos y ponerle buena cara”.

“Hay que agradecerle al Dakar que fue una etapa más corta. Nos ha ido bien. Hemos podido ayudar a un piloto que se le había dañado la moto. Se le había quedado sin batería”, explicó el mayor de los Puga.

Su hijo coincide con el testimonio de su padre: “ha sido una jornada agotadora. A pesar de llegar de día hemos tenido varias complicaciones y demás que decir que hay una fatiga mental enorme. Es el día que más temprano llegamos, lo hicimos antes de las cuatro de la tarde”.

Una de las cosas que agota mentalmente a los competidores es tener que compartir pista con vehículos más veloces y de mayor porte: “Venimos también cuidándonos, hay muchos coches que vienen pasándonos y ese es uno de los riesgos más fuertes que existen y uno de los miedos que tenemos, porque cada vez que viene un carro el sistema nos alerta, mi padre se pone nervioso y ahí vienen algunas de las complicaciones”.

“Hoy en la zona de piedras tuvimos algunas complicaciones porque esos carros vienen muy fuerte y nosotros tenemos que cuidarnos. Nuestra vida corre un gran riesgo allí dentro”, explicó el menor de los Puga.

Su padre, por su parte, reflexiona: “Pese a los peligros que comenta Juanjo, hay que tener calma y con la calma se hacen las cosas bien. Los carros no pueden pisarnos, así que deben esperarnos a que nos corramos. Hay que tomar con un poco más de calma cuando pasen los autos”.

Sobre ese desgaste mental Juan José señala que “faltan tres días y estamos cada vez más cansados y eso nos va jugando en la mente”. En tanto que su padre lo apoya: “Hay que trabajar la mente como dice Juan José. Positivo, porque estamos bien, sin ninguna desgracia”.

Mañana se viene otra nueva etapa difícil, con 375 kilómetros que unirán Wadi Ad Dawasir con Bisha.

Sin dudas, nuevamente el trabajo en equipo de Padre e Hijo, será fundamental.

Testimonios

Juan José:

“Ha sido una jornada agotadora. A pesar de llegar de día hemos tenido varias complicaciones y demás que decir que hay una fatiga mental enorme.

Es el día que más temprano llegamos, lo hicimos antes de las cuatro de la tarde

Venimos también cuidándonos, hay muchos coches que vienen pasándonos y ese es uno de los riesgos más fuertes que existen y uno de los miedos que tenemos, porque cada vez que viene un carro el sistema nos alerta, mi padre se pone nervioso y ahí vienen algunas de las complicaciones.

Hoy en la zona de piedras tuvimos algunas complicaciones porque esos carros vienen muy fuerte y nosotros tenemos que cuidarnos. Nuestra vida corre un gran riesgo allí dentro.

Faltan tres días y estamos cada vez más cansados y eso nos va jugando en la mente”.

Juan Carlos:

“Pensábamos que iba a ser un día corto. Lo mío no son las piedras ni el trial, pero bueno, ya estamos aquí en el campamento. Vamos a ducharnos y ponerle buena cara. Hay que trabajar la mente como dice Juan José. Positivo, porque estamos bien, sin ninguna desgracia.

Hay que agradecerle al Dakar que fue una etapa más corta. Nos ha ido bien. Ayudamos a un piloto que se le había dañado la moto. Se le había quedado sin batería.

Pese a los peligros que comenta Juanjo, hay que tener calma y con la calma se hacen las cosas bien. Los carros no pueden pisarnos, así que deben esperarnos a que nos corramos. Hay que tomar con un poco más de calma cuando pasen los autos.

Cuando veo cámaras también me pongo un poco nervioso, porque pienso que allí está lo difícil, justo donde está la tele. Pero bueno, fue un día positivo.

Gracias a todos los que nos siguen y nos alientan”.

 

Texto: Luciano Schiffer
Fotos: ASO
Testimonios: Servicio de Prensa de Somos Dakar