La dupla proveniente de Luján, Buenos Aires, tuvo un ángel mientras disputaba la tercera fecha del Campeonato Argentino de Rally Raid en San Juan. Tras quedar enterrados en el desierto, un paisano y su familia prestaron su ayuda para continuar en carrera.
El Rally Raid es una disciplina donde los protagonistas corren grandes riesgos mientras transitan por lugar tan bellos como peligrosos. A bordo de sus máquinas, algunas de ellas preparadas con sus propias manos, los pilotos y navegantes deben sortear innumerables dificultades.
Eso les pasó a Alberto Tornatore y su copiloto, Analía Álvarez, mientras completaban una especial del Rally Raid de San Juan, carrera válida por la tercera fecha del Canav 2023, con el vehículo que ellos mismos crearon, un espectacular prototipo T1.
Luego de largar la etapa, Tornatore se encontró con un terreno lleno de huellas y con fesh-fesh, lo que inevitablemente les trajo varios problemas para navegar con su vehículo:
“Largamos entre los últimos y esa zona estaba muy complicada con el paso de todos los otros vehículos. Ahí había unos huellones y cuando quise salir de ahí nos quedamos colgados con el buggy”, relató el piloto.
“Ahí empezó el trabajo de siempre: agarrar la pala, buscar las planchas y tratar de salir”, comentó, sin imaginarse la escena que vería a continuación.
“Yo mientras andaba por ahí escuchaba sonidos de chicos, voces a lo lejos. Cuando nos quisimos acordar apareció un paisano con el caballo y me quería tirar con la linga y el caballo. Eso hubiera sido un espectáculo. Le dije que yo me las arreglaba para salir tranquilo. Y empezaron a aparecer más chicos, otros a caballo. Era toda una familia completa”, afirmó con buen humor.
“Por suerte con las planchas pude salir sin problemas. Luego paré como a 50 metros que estaba firme y apareció el gaucho trayendo las planchas mías arriba del caballo. Después aparecieron las motos de las categorías experience que también tuvieron que trabajar mucho para cruzar ese lugar. Así que fue una linda experiencia, y parte del entretenimiento”, finalizó su relato Alberto.
Analía, su compañera, aseguró al respecto: “Nunca dejo de sorprenderme con lo que nos pasa”, haciendo alusión a la infinidad de situaciones y anécdotas que vivieron juntos estos representantes de Luján a lo largo de los años. Seguramente, quedarán muchas más por disfrutar.
Texto: Luciano Schiffer
Fotos: Equipo Tornatore