El piloto ecuatoriano culminó una etapa muy difícil en Arabia Saudita y se acerca aún más al podio final del Rally Dakar 2022. A pocos kilómetros de la meta, rompió su moto y fue asistido por el camboyano Baatar, que lo ayudó a finalizar la etapa. “Hoy aprendí que no se puede cantar victoria hasta que esté en la rampa de llegada”.
El Dakar 2022 está por finalizar, pero los problemas pueden aparecer hasta en el último kilómetro. Esto es lo que le sucedió hoy a Mauricio Cueva.
Los pilotos afrontaron hoy la anteúltima etapa del Rally Dakar 2022, que consistió en una especial de 346 kilómetros dominada principalmente por dunas al comienzo y por sectores de arena blanda.
El representante ecuatoriano estuvo cerca de tirar la toalla en la etapa del día. Pero afortunadamente, su problema ocurrió a 22 kilómetros de la meta, por lo que pudo ser asistido para llegar.
Así lo relata el propio Mauricio: “Hoy estuve a punto de abandonar este Dakar. Fue una especial muy larga, dura, llena de dunas y bancos de arena muy fuertes. Cuando ya estaba a 22 kms de acabar el especial, se rompe nuevamente el piñón de la caja y me arranca la cadena”.
Este es un problema que no iba a tener solución para Cueva, pero alguien se cruzó en su camino y lo asistió: “gracias a Dios un piloto de moto se detuvo a ayudarme. Con una soga me fue remolcando los 22 kms que faltaban. Éste ángel que me ayudó es el piloto de Camboya Battur Baatar. Él me salvó y por eso sigo mañana ya a la última etapa”.
Si lugar a dudas, toda una experiencia para Mauricio Cueva, que sintió la satisfacción en la meta. Pero también se lleva una importante enseñanza: “Hoy aprendí que no se puede cantar victoria hasta que esté en la rampa de llegada”.
En fin es “un día más” adentro para el ecuatoriano, que este viernes deberá luchar por la medalla en la etapa final, donde los protagonistas deberán recorrer 164 kilómetros de especial antes de poner rumbo a Jeddah. También habrá un largo tramo de especial de 516 kilómetros.
La recompensa, si se termina la etapa, es el inigualable premio a la medalla de finisher de la carrera más difícil del mundo.
Mauricio Cueva:
“Hoy estuve a punto de abandonar este Dakar. Fue una especial muy larga, dura, llena de dunas y bancos de arena muy fuertes. Cuando ya estaba a 22 kms de acabar el especial, se rompe nuevamente el piñón de la caja y me arranca la cadena.
No había solución alguna pero gracias a Dios un piloto de moto se detuvo a ayudarme , con una soga me fue remolcando los 22 kms que faltaban, unas partes empujando la moto por lo suave de la arena se rompía la soga y nuevamente le amarramos hasta que logramos llegar al final.
Éste ángel que me ayudó es piloto de Camboya apellido BAATAR # 161 me salvó y sigo mañana ya a la última etapa.
Un día más pero hoy aprendí que no se puede cantar victoria hasta que esté en la rampa de llegada”.
Texto: Luciano Schiffer
Fotos: ASO
Testimonios: Servicio de Prensa de Somos Dakar