Según informaciones de la prensa peruana, el Rally Dakar 2019 corre riesgo de disputarse tras la información, puertas adentro, del gobierno de bajarse como organizador. Pilotos locales presentaron un escrito tras la difusión de estos rumores.
La novela de la sede del Dakar 2019 continúa creando nuevos capítulos. Esta vez, tras el anuncio oficial por parte de ASO y de Perú de correr un Rally Dakar 100% en territorio Inca, nuevas versiones llegan del país andino que señalan la posibilidad de que el único anfitrión se baje de la organización.
Los problemas económicos y la política de austeridad del gobierno de Martín Vizcarra serían la razón de la negativa del estado de llevar a cabo la carrera. Si bien estaba pautado que la primera semana de junio comience a trazarse el recorrido de la Odisea, el Ministerio de Cultura no cuenta aún con el dinero necesario para llevar a cabo esa misión, puesto que el gobierno nacional aún no habilitó los 6 millones de dólares que debe invertir.
Y según informaciones de la prensa local, la negativa va más allá: Vizcarra iría marcha atrás con el acuerdo que firmó con ASO y cancelaría el evento en su totalidad. Como era de esperarse, la comunidad local se expresó de manera inmediata, antes de cualquier anuncio oficial.
Los pilotos peruanos redactaron una carta dirigida a Cesar Villanueva, Presidente del Consejo de Ministros, donde dan cuenta de su “preocupación” al respecto de los rumores filtrados por los medios. Dejaron en claro que de tratarse de problemas económicos, el Dakar 2018 “dejó al país 154 millones de dólares en impacto mediático a nivel internacional y 40.5 millones de dólares en impacto económico por actividades como el turismo”.
Además, temen que se dañe la imagen de Perú, debido a que se podría repetir la misma situación que en 2016, cuando el gobierno también dio marcha atrás “con todos los preparativos avanzados y las inversiones hechas”.
Por otro lado, también repercute negativamente en la carrera deportiva de decenas de pilotos locales que tenían la posibilidad de competir en el “evento de automovilismo más importante del mundo después de la F1”.
Sin embargo, Carlos Canales, presidente de la Cámara Nacional de Turismo, sostiene que “En el último año, además de los US$ 6 millones, se gastaron unos U$ 13 millones adicionales. Ahora se realizarán mayor número de estaciones. Ello implica la suma en alrededor US$ 25 millones”.
Valencia, por su parte, explica que las cifras de dinero extra que deberá invertir el gobierno aún se desconocen, ya que “eso lo tendría que informar el Instituto Peruano del Deporte (IPD)”.
En cuanto al acuerdo firmado con ASO, el medio local Gestion.pe asegura que no se trata de un contrato, sino de un “acuerdo de aceptación suscrito por el presidente del Consejo de Ministros, César Villanueva, el ministro de Comercio Exterior, Rogers Valencia, y el ministro de Educación, Daniel Alfaro, el cual se define como firme y definitivo”. Así, el gobierno tendría un plazo que vence el 30 de junio para confirmar el acuerdo y continuar con la organización de la carrera.
Del lado de la organización, las palabras expresadas por Etienne Lavigne al momento de la presentación del Dakar 2019 toman más fuerza que nunca. En ese momento, el director de ASO señaló: «Sabíamos que para armar la próxima edición con este contexto económico que atraviesan los países anfitriones podríamos tener dificultades. Pero no a este nivel, obviamente».
Lavigne se refirió entonces a las negativas por parte de Chile, Bolivia y Argentina, posibles anfitriones del Dakar en 2019, pero que se bajaron de la carrera por el tema presupuestario, ante la crisis económica de la región.
Si bien destacó el interés de ASO de mantener la carrera en Sudamérica, no descartó la posibilidad de que la Odisea se mude nuevamente a su continente original: África.