El representante de San Miguel del Monte se recuperó luego de un inicio complicado en el Campeonato Mundial de Rally Raid y logró superar las últimas etapas sin problemas. Ahora, espera retornar para la edición del próximo con mejor preparación.
El Desafío Ruta 40 ha sido la gran carrera del año para los pilotos y equipos sudamericanos de Rally Raid. Con cinco etapas, un prólogo y miles de kilómetros recorridos entre La Rioja, Catamarca y Salta, los protagonistas han vivido una semana a pleno junto a los mejores del mundo.
Y eso lo tiene claro Jorge “El Hueso” Vázquez, piloto de quads de San Miguel del Monte, que cumplió uno de sus sueños de poder participar de una fecha mundialista frente a grandes exponentes de la disciplina.
A lo largo de los seis días de actividad, junto a sus compañeros de Desafíos Ansenuza, Vázquez debió afrontar los complejos caminos, ríos secos, dunas y desiertos que el resto de los participantes.
Claro que esa dificultad hizo mella en su vehículo: “El lunes empezó complicado. A los 120 kilómetros el cuatri empezó a levantar temperatura y quemamos las juntas de tapa. Volvimos al vivac, cambiamos la junta. El martes cuando estábamos por largar el cuatriciclo siguió levantando temperatura. Ahí nos dimos cuenta que era la bomba de nafta, que estaba rota dentro del motor”, comenzó relatando el rider.
“No teníamos la capacidad para desarmar el motor, en ese momento, e ir a buscar una bomba de nafta a cualquier lado porque íbamos a tardar mucho tiempo. Pero para la noche ya teníamos instalada una bomba eléctrica de Amarok que conseguimos a 130 kilómetros de Selva. Aun así, el cuatri seguía recalentado”, explicó El Hueso.
Lejos de bajar los brazos, el equipo continuó inspeccionando el cuatri hasta encontrar la solución: “El miércoles seguimos trabajando y pudimos repararlo. Diez minutos antes de la largada nos cambiamos a las apuradas porque el cuatri empezó a andar, y de ahí hasta el viernes no paró de funcionar.
Desde ese momento, todo fue mucho mejor: “hicimos las tres últimas etapas completas. Una experiencia inolvidable. Una capacidad de aprender increíble, de estar al lado y recorrer los mismos caminos que todos los demás, los mejores del mundo. Eso fue muy emocionante”, añadió con alegría.
“Agradezco mucho a todos haber compartido con nosotros como si fuéramos unos pilotos más. Esto fue muy lindo y esperamos poder hacerlo el año que viene, sin ninguna duda. Ojalá nos cambie la suerte para el año que viene y vamos a tratar de trabajar para ir un poco más profesionales que lo que fuimos este año” señaló Vázquez ilusionado.
Sin dudas que fue una gran experiencia para todos los pilotos, pero aquellos entusiastas que participaron a través de Desafíos Ansenuza y la organización de Cristian Panero, el premio fue doble, porque ya tienen sobre sus hombros la medalla que los acredita como participantes de una de las carreras más duras del mundo.
Apoyan a Jorge Vázquez:
-Transporte del pozo
-Seguros Vázquez
-Federación Patronal Seguros S.A
-Ghegoil y Aceite Bonóleo