El piloto tucumano del GM Motorsport sufrió varios inconvenientes en el segundo día de acción del Desafío Ruta 40. En busca de la clasificación al Rally Dakar 2023, pudo terminar la jornada y llegar al campamento de Belén.
Diego Blas continúa participando en este Desafío Ruta 40 en la categoría Open UTV T4, donde hasta el momento había encontrado un gran ritmo que lo ubicaba en el segundo puesto de todos los T4 incluyendo a los del Mundial de Rally Raid.
Pero en la segunda etapa, tuvo varios contratiempos que le impidieron mantener dicho rendimiento.
“La del martes fue una etapa durísima. Primero tuvimos problemas en el tren trasero. Pablo Macua, también de la categoría UTV, se portó de diez y me dio el repuesto. Tardamos bastante en reparar, y luego largamos nuevamente. Pero poco tiempo después se rompió el diferencial delantero, lo que nos llevó mucho más tiempo”, comenzó explicando el tucumano a Somos Dakar una vez concluida la etapa.
“Terminamos desarmando y anulando la tracción delantera para no abandonar. Entonces, tuvimos que hacer los últimos 180 kilómetros de carrera solo con tracción trasera, cuidando mucho para que aguante”, siguió comentando el piloto cuyo navegante es el chileno Víctor Silva.
“Faltando unos 30 kilómetros, nos quedaba poca nafta. Ahí encontramos nuevamente a Pablo Macua que estaba tirado directamente sin combustible, así que le compartimos la mitad. Gracias a Dios llegamos y terminamos esta difícil etapa”, concluyó su relato el integrante del GM Motorsport, que continúa en el segundo puesto de la categoría Open T4.
Este miércoles, el piloto argentino recorría con éxito la tercera etapa, con la posibilidad de volver a ser escolta en su divisional.
Texto: Luciano Schiffer – Somos Dakar
Fotos: Paco Agencia